La Habana (PL).- El británico Lewis Hamilton y el alemán Sebastian Vettel, monarca y subtitular del Mundial de Fórmula Uno-2017, los grandes rivales de la actualidad, dejaron atrás una campaña que tuvo nuevas emociones y una intensa lucha por el título.
Si en este Mundial que acaba de finalizar, los hombres fuertes de la escudería alemana Mercedes -nuevamente campeona entre las casas constructoras-, evidenciaron ser los pilotos más equilibrados del circuito, al final no pudieron ejercer un dominio total y apabullante sobre el resto de los pilotos concursantes.
Tanto fue así que el desempeño de ambos no pudo dejar en un segundo plano la faena rendida por el también alemán Sebastian Vettel, multicampeón del orbe, ahora con la famosa y poderosa firma italiana Ferrari.
Negar el gran dominio de las Flechas de Plata sería negar que Mercedes es por mucho la mejor de las escuderías presentes. A su título de campeona, sumó el de Hamilton, su cuarto en la Fórmula Uno, y el tercer puesto de Rosberg, en su mejor actuación de su vida con sus tres victorias.
Y ese dominio se vio reflejado en la pista. De los 20 Grandes Premios de la temporada, la Mercedes se repartió 12 (nueve de Hamilton y tres de Bottas) y los ocho restantes los conquistaron Vettel (3), Max Verstappen (2), y Daniel Ricciardo (1).
Algunos datos muestran bien a las claras esta tiranía de la firma de la estrella en los últimos cuatro años. Además de los títulos, ya tienen 63 victorias de los 79 Grandes Premios que se celebraron desde 2014.
Sin embargo, la esperanza para el resto de las escuderías es que se dieron más oportunidades. De las 20 citas, se impusieron en 12, con lo que en ocho ganaron otros.
Es el mismo número, ocho triunfos, que permitieron a los demás en las tres campañas precedentes. De hecho, este año sólo hicieron tres dobletes.
Mercedes tiene firmada su permanencia en el Gran Circo hasta 2021 con lo que de seguir por su buen camino puede dejar los récords es un escalón bien alto, además los cambios de reglamento no le han afectado mucho. Los motores híbridos son su garantía.
No se cuenta para los títulos, pero son aún los más electrizantes a una vuelta. No por gusto tienen 71 «poles positions» desde Australia 2014. Esto supone el 91 por ciento.
Casualmente Hamilton se une al grupo de John Surtees (1964) y a Graham Hill (1968), quienes definieron el campeonato de la Fórmula Uno en México.
Al éxito de Hamilton solo lo superan otras dos bestias tras el volante, Juan Manuel Fangio (cinco campeonatos) y Michael Schumacher (siete).
El de Mercedes ha vuelto a tocar la gloria por cuarta ocasión. La única amargura fue que el campeón de la temporada no pudo alcanzar el podio en México.
Fue significativo para Latinoamérica que una vez más el Gran Premio azteca fuera reconocido como el Mejor Evento del Año de la temporada de la Fórmula Uno, se trata entonces de la primera vez que una misma sede se hace acreedora a este premio durante tres años consecutivos.
Entre los pilotos latinoamericanos, el mexicano Sergio «Checo» Pérez, despidió su mejor temporada hasta ahora: cuarto en el Gran Premio de España y séptimo en el campeonato de pilotos (100), mientras el brasileño Felipe Massa (Williams) ocupó la oncena posición (43).
NUEVAS SENSACIONES Y ALGUNOS PEQUEÑOS DETALLES PARA 2018
El comienzo de la temporada, que contará con 21 carreras -iguala récord para la Fórmula Uno-, con las principales novedades de los Grandes Premios de Francia y Alemania, que vuelven a la competición.
La Federación Internacional de Automovilismo ratificó este calendario para 2018 con las pruebas en Francia, en Le Castellet el 24 de junio, y Alemania, el 22 de julio, mientras que Malasia no tendrá ningún Gran Premio el próximo año, por primera vez desde 1998.
El primer Gran Premio comenzará en Australia el 25 de marzo en el circuito de Melbourne, y concluirá el 25 de noviembre en el trazado Yas Marina de Abu Dabi.
Regresa al Mundial el Gran Premio de Europa, y se correrá en el Circuito de Bakú, Azerbaiyán.
Igualmente formará parte de su programa, el Gran Premio de Alemania, después de ausentarse la temporada anterior, para disputarse en el circuito de Hockenheimring. Sin embargo, parejo a esa fiesta por los regresos y a la amplitud del calendario competitivo, los nuevos organizadores de la Fórmula Uno, Chase Carey, Ross Brawn y Sean Bratches, el trío que reemplazó en la dirección de la gran carpa a Bernie Ecclestone, tendrán que hacer frente a algunos problemas que va dejando sobre el tintero la prueba reina del automovilismo.
El trío -un CEO, un director deportivo y otro comercial- supuso un cambio de estilo y apostó por una F1 más cercana, que renovara su relación con el público y estuviera a tono con la época, sobre todo en medios digitales.
Pero, la falta de emoción, la caída de las audiencias, los circuitos lejos de Europa así como el pago de los pilotos, entre otros temas golpean como gotas de agua en el rostro de la Fórmula Uno, víctima de sus propios esquematismos.
En estos momentos la F1 es un producto que se paga por ver en la televisión. Es cierto que son más horas de trasmisión, pero de alcance más limitado para el público.
Europa ya no es el refugio de la Fórmula Uno que se expone a economías dispuestas a poner sobre la mesa muchos millones de euros por albergar un gran premio del calendario, una cifra que seduce y obliga.
Esperemos entonces al final del Mundial-2018 para saber si esta bola de nieve cuesta abajo finalmente pudo mejorar su estructura y el nuevo equipo ejecutivo pudo optimizar el espectáculo.